Adaptaciones de las plantas al medio

Muchas veces habrán visto plantas que crecen en macetas o canteros, helechos que salen entre los ladrillos de una pared o entre baldosas de una vereda, sin que nadie los haya sembrado.

¿Cómo se explica que existan bosques, selvas o miles de variedades silvestres en cualquier terreno desocupado? ¿Cómo crecieron allí? Debemos recordar que las plantas tienen formas de perpetuarse que no dependen del hombre. Por ejemplo poseen distintos mecanismos que les permiten dispersar sus semillas y colonizar nuevos territorios.

Las semillas suelen llegar a sitios muy alejados de la planta que les dio origen. Si esos lugares reúnen las condiciones necesarias- por ejemplo, suficiente agua- para las semillas germinen comenzará a crecer una nueva planta.

Si, agotada la reserva de alimentos que contenía la semilla, la planta ha desarrollado sus primeras hojas y recibe suficiente luz el ciclo continúa. También requiere el espacio necesario en el suelo para que las raíces continúen creciendo y aprovisionándose de agua. Todas estas son condiciones necesarias para que se produzca el crecimiento de las semillas que llegan a alguna parte. Por eso, el espacio, la luz, el agua y también la temperatura son factores que determinan el crecimiento de una planta.

La adaptación de las plantas varía, por ejemplo, en las zonas desérticas y las cercanas a los trópicos. En los bosques tropicales la radiación solar es intensa y las plantas se refrigeran mediante la evaporación. Como el agua es abundante, las hojas son anchas y perduran todo el año.

En las zonas desérticas, las plantas desarrollan estructuras que les impiden la pérdida de agua por transpiración, por ejemplo, carecen de hojas o bien estas se han convertido en espinas. Para evitar la desecación, las hojas de determinadas plantas están cubiertas con una cutícula gruesa e impermeable, que evita la pérdida de agua.

Las plantas, como los demás seres vivos, no modifican sus formas ni sus estructuras en función de las características del lugar donde se encuentran. En determinados sitios, solo ciertas plantas podrán crecer; cada semilla debe encontrar el medio que le permita desarrollarse y perpetuarse.

Las especies vegetales también sirven para indicarnos cuales son las características del lugar donde están arraigadas (cuánta agua tiene, cuál es su temperatura, que tipo de suelo es, que ubicación geográfica tiene).